Valga como excusa para hablar de la Guerra Civil, un texto que más abajo reproduzco de un paisano nuestro que ha vivido y participado en los principales acontecimientos y que además, todavía vive, Pedro Moya Paredes. Os remito al blog de Salus para conocer más detalles de él. Concretamente a estos tres enlaces: Enlace 1 Enlace 2 y Enlace 3
El mencionado texto salió publicado en el número 5 del periódico Independencia con fecha 5 de diciembre de 1938 y pese a los 71 años transcurridos aún contiene elementos de los que se habla en la actualidad como el tema de las dos españas.
Cobra especial relevancia el contexto, ya que en esa fecha acababa de concluir la Batalla del Ebro, que fue el enfrentamiento más grande de todos los que tuvieron lugar en la Guerra Civil, y que terminó con una decisiva victoria del bando franquista.
Aunque desde dicho periódico, que era portavoz de la 54 División del bando de la II República, lógicamente se hizo un balance positivo, que ahora no viene al caso. La cuestión es que en sus páginas había seis cartas escritas desde el frente, una de ellas, la siguiente, firmada por Pedro Moya.
Reflexiones de un combatiente
¿Contra quién luchamos? ¿Para qué luchamos? Los españoles somos hijos de España. ¿Es que hay quien aborrece a su madre para entregarse a una madrastra? Esto yo no lo quiero creer; pero quiero hacer memoria.
Cuando yo era niño me decía un viejo maestro que había dos Españas. Yo nunca llegué a comprenderlo, pero ante la realidad que veo con mis propios ojos, me convenzo de que es cierto lo que decía aquel maestro.
Existe la España burocrática de la alta banca, los emperadores de las leyes inquisitorias; los que no han tenido el escrúpulo de vender nuestra querida Patria a Hitler y Mussolini, la de los que, olvidándoseles la raza y el honor patriótico, han consentido el asesinato de miles de nuestros niños y mujeres indefensas. Esta es la España de Franco, donde se desconoce el sentimentalismo y prospera el vasallaje del siglo XIV.
Y la otra… es nuestra España democrática, independiente, productora y honrada, que se defiende como una leona por su independencia total, que bajo su bandera cobija a todos los hombres que defienden su suelo territorial y a todos sus supervivientes que se ven perseguidos por las hordas del fascismo.
¡Salud camaradas del mundo entero!
P. Moya Paredes, Comisario de la Cuarta Compañía del 270 Batallón.
Que no se nos olvide nunca.
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