Aprovecho este espacio para recuperar otro reportaje más, creo que ya es el último de los que tenía hecho que me queda por rescatar y publicar por aquí. Es sobre el Convento del Cuervo. Conste que simplemente es un reportaje más o menos explicativo y hoy no voy a entrar en polémicas del estado de este monumento o de lo que están haciendo ahora, otro día lo comentaremos. Ahora simplemente diremos que es una lástima que no pueda ir a visitarse.
El histórico y desconocido Convento del Cuervo
El Monasterio o Convento de San José del Cuervo se encuentra en plena naturaleza entre una densa vegetación, carrascos y alcornoques.
Aunque está situado en el término municipal de Medina Sidonia, su situación geográfica es mucho más cercana a Benalup-Casas Viejas, estando separados por muy pocos kilómetros y muy cerca del pantano El Celemín y de Las Lagunetas.
El 22 de agosto de 2002, salió publicado el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en el que se reconocía a este monumento como un Bien de Interés Cultural (BIC).
Como curiosidad hay que recordar que días después de esta decisión se originó una pequeña polémica entre Medina y Benalup.
El motivo fue que la Junta ubicó el Convento del Cuervo dentro del término municipal benalupense, lo cual no se ajustaba a la realidad. Esto motivó que el Consistorio de Medina Sidonia aprobase en septiembre de 2002 una moción de urgencia con la que presentaron una serie de alegaciones al expediente presentado por la Junta. Finalmente, la situación no pasó de mera anécdota.
El Gobierno andaluz justificaba en el BOJA el reconocimiento al Monasterio del Cuervo por “ser, posiblemente, el único desierto eremítico carmelitano conservado en Andalucía, así como en su estructura monástico-hospitalaria basada en el geometrismo puro del estilo herreriano”.
Historia
A principios del siglo XVII la Orden de los Carmelitas Descalzos de San Juan de la Cruz sintió la necesidad de hallar un lugar donde fundar un convento para que sus miembros pudieran enclaustrarse para lleva a cabo la vida eremítica –dedicación plena a la oración, la contemplación y al sacrificio–.
Esta Orden de la Baja Andalucía vagó por buena parte de la comunidad. Se estableció primero en el Convento de San Juan Bautista de Trasierra, cerca de Córdoba. Más tarde se aproximaron a Cádiz y llegaron hasta el Convento de San José del Valle ya a finales del siglo XVII.
Tras abandonar ese emplazamiento siguieron buscando un lugar que ellos querían desértico y fueron a El Pedroso (Sevilla). Posteriormente, después de mucho peregrinar por las provincias de Córdoba, Málaga, Sevilla y Cádiz, les pareció haber dado con el lugar adecuado en esta última, en lo que hoy se conoce como Comarca de La Janda.
A cinco leguas de Medina Sidonia, hacia el levante, en un paraje elevado, conocido con el nombre de Garganta del Cuervo, en la falda de un monte áspero y poblado de agua y de árboles, pareció a la Orden Carmelita que se podría edificar el Monasterio.
Probablemente, la lejanía de cualquier núcleo urbano –el más cercano en aquella época era Medina a unos 30 kilómetros–, el aire puro y sano de la zona, el frío y el calor moderado de sus estaciones y la vida y frondosidad de los montes fueron las razones para la elección de este lugar para crear este asentamiento dedicado a la oración.
Entre la floración de castaños, los abundantes alcornoques, quejigos, fresnos, laureles, lentiscos, jaras, madroños o una gran variedad de plantas medicinales y fuentes naturales, no podría encontrarse, pues, ni en varios siglos más de búsqueda, un lugar tan adecuado para el santo fin al que se consagraba el lugar.
Características
El 15 de octubre de 1715 la Orden Carmelita recibió del Consejo de Medina Sidonia el beneplácito para edificar el convento y además aportó donaciones y cedió 610 fanegas de terreno de tierra de pasos y monte para tal fin.
Meses después comenzó la construcción del monasterio, aunque las obras ocuparon todo el siglo XVIII y no concluyeron hasta el XIX. De planta cuadrada, la iglesia era el eje, alrededor de la cual estaban las dependencias y había tres grandes patios.
El historiador asidonense Martínez y Delgado, afirma que el monasterio “era grande, con espacios claustros y con capacidad para muchas familias que lo frecuentaban por el beneficio de sus aguas medicinales”.
Escudo de Benalup
Hay que recordar que en el escudo de Benalup se ve una torre con un cuervo. El primer elemento no despierta dudas: es la Torre de La Morita, pero el segundo, genera más controversias.
La mayoría de personas cree que, efectivamente, este cuervo hace alusión al Convento del Cuervo, muy próximo a la localidad y que podría ser parte de la fundación misma de Benalup entendido como es hoy en día. Pero no es la única interpretación posible.
La otra interpretación es que este elemento animal hace referencia al patrón benalupense, San Elías. Narra la Biblia que el profeta Elías fue quien anunció al pueblo de Israel el castigo de una prolongada sequía por haberse entregado al culto de Baal -una divinidad de varios pueblos situados en Asia Menor- y a la que puso fin al cabo de tres años.
Durante el tiempo que duró la sequía San Elías se refugió cerca de un arroyo donde era alimentado por un cuervo con pan y carne y de ahí podría venir el símbolo.
Un Monumento de Interés Cultural que no puede visitarse
Aunque está considerado Bien de Interés Cultural en la actualidad el Convento del Cuervo no puede visitarse. Según la oficina de turismo de Medina Sidonia desde hace al menos tres años las visitas al monumentos están suspendidas y no hay fecha determinada para que se levante la suspensión.
Durante gran parte del siglo XX el estado de abandono del recinto era más que evidente. Al parecer, hace un año se realizaron labores de restauración, pese a lo cual el monasterio sigue con sus puertas cerradas al público.
Al parecer, tras el abandono por parte de las instituciones durante décadas, es una mano privada la que está llevando a cabo las labores de restauración de una obra que parecía condenada a ser ruinas.
No obstante, el recelo es evidente debido al carácter mercantilista que se presupone a una obra de tipo privado.
Cómo ha llegado un Bien de Interés Cultural a este punto es aún una incógnita, aunque cabe esperar, al menos, que la restauración permita tener un resultado final del monasterio como era en sus mejores años y que no desentone con el pareje donde está. Y, ante todo, que sea abierta lo antes posible al público para que pueda ser visitada libremente.
